Cuando elegí una encimera granito para mi cocina, me di cuenta de que la durabilidad depende de varias características clave. Primero, la calidad del granito es fundamental. Existen distintos grados de granito, siendo el grado 1 el más económico y menos denso, mientras que el grado 3 es de mayor densidad y durabilidad. Optar por un granito de grado 3 asegura una vida útil de más de 30 años con el debido mantenimiento.
Algo que noté es la importancia del grosor de la encimera. Una encimera debe tener un grosor mínimo de 2 centímetros, aunque 3 centímetros es más preferible, ya que proporciona mayor resistencia a golpes y peso adicional. En mi experiencia, el granito de 3 centímetros también mejora la estética y da una sensación de robustez a la cocina.
El sellado del granito no puede pasarse por alto. Una encimera de granito bien sellada puede resistir manchas y líquidos. La recomendación de muchos expertos es sellar la encimera cada uno a dos años, dependiendo del uso. Al hacer esto, uno evita que el vino o el aceite, por ejemplo, penetren en la piedra y causen manchas permanentes.
En cuanto a la elección del color y el patrón, ahí la cosa depende del gusto personal, pero ciertos colores pueden ser más susceptibles a mostrar manchas y desgaste. El granito de color más oscuro tiende a ocultar mejor las manchas y es más fácil de mantener. Utilicé granito negro en mi cocina y puedo decir que ha sido una decisión acertada en términos de mantenimiento y apariencia.
Saber cómo tratar la encimera también alarga su vida considerablemente. Evitar cortar directamente sobre la superficie y utilizar tablas de cortar, así como no colocar ollas calientes directamente sobre el granito, son prácticas que contribuyen a su durabilidad. Conozco a varias personas que, al ignorar estos consejos, acabaron con superficies rayadas y dañadas.
La instalación profesional es otro aspecto crucial. Un buen instalador no solo asegura que la encimera queda perfectamente nivelada y segura, sino que también puede ofrecer recomendaciones específicas sobre el mantenimiento. Los costes de instalación varían, pero invertir en un buen instalador vale la pena a largo plazo. En mi caso, pagué aproximadamente 100 euros extra por un instalador de renombre y no me arrepiento.
Importante es también donde se adquiere el granito. Empresas como Cosentino y Levantina, por ejemplo, garantizan la calidad del material. Estas empresas ofrecen garantías que suelen durar cerca de 15 años, lo cual es un buen indicativo de la confianza en sus productos. Comprar de una empresa con renombre también facilita conseguir los colores y patrones más exclusivos y de moda.
El precio inicial de una encimera de granito puede parecer alto, oscilando entre 500 y 2000 euros, dependiendo del tipo y tamaño. Sin embargo, si consideramos su durabilidad y el poco mantenimiento que requiere, al final resulta una inversión que amortiza a lo largo de los años. En comparación con otros materiales como el cuarzo o el mármol, el granito ofrece una excelente relación calidad/precio.
Otra ventaja del granito es su resistencia a bacterias y patógenos. Al ser una superficie no porosa, evita la proliferación de gérmenes, cosa que me da tranquilidad al cocinar para mi familia. Este aspecto me parece crucial, especialmente si hay niños en casa.
Mencioné antes la importancia de sellar el granito, pero también es vital que la limpieza diaria sea adecuada. Usar productos de limpieza específicos para granito prolongará la vida de la encimera. Yo utilizo un limpiador que cuesta alrededor de 10 euros y me ha funcionado muy bien durante años. Nunca he tenido problemas de manchas ni opacidad.
Al final del día, todo se resume a cuidar bien la inversión. Siguiendo estos pasos, uno puede disfrutar de una encimera de granito que no solo es funcional, sino que también añade valor y belleza a la casa.